El Home Staging -en inglés- o ‘puesta en escena de la casa’ -en español- es una técnica relativamente nueva que se usa en el mercado inmobiliario y que consiste en llevar a cabo un proceso de lavado de cara de la vivienda. Este procedimiento permite aumentar el valor de un inmueble que se va a poner a la venta o se pretende alquilar. Se trata de darle una nueva imagen a la vivienda, acondicionarla y hacerla más atractiva para sus posibles compradores y que se venda rápido y al precio deseado.
Para llevar a cabo el Home Staging en un inmueble, nos hemos puesto en contacto con la especialista en Home Staging Carmela Cebrián, quién nos ha comentado que se siguen una serie de directrices que consisten, básicamente, en una pequeña mejora del espacio y de la apariencia:
- Limpiar y ordenar el inmueble
- Reparar pequeños desperfectos
- Despejar espacios recargados
- Mejorar la iluminación
- Despersonalizar los ambientes
- Crear una armonía
- Decorar espacios vacíos
Estas acciones tienen como objetivo resaltar los puntos fuertes que pueda tener el inmueble y camuflar los más débiles, con tal de vender o alquilar la vivienda en el menor tiempo posible. Además de las reparaciones exprés que se puedan llevar a cabo y los elementos decorativos que se puedan añadir, la fotografía inmobiliaria es también clave para atraer visitas que se conviertan en compradores. Se trata de retratar los diferentes espacios de la vivienda explotando sus mejores características, de manera que éstas destaquen. Pincha aquí para entender mejor cómo se hace.
Diferencia entre Home Staging y decoración de interiores
A menudo se tiende a pensar que el trabajo del Home Stager es el mismo que el de un decorador y no es así. La diferencia principal entre estos dos perfiles reside en la intención final del proyecto: mientras que el primero tiene como objetivo vender o alquilar una casa despersonalizada y neutra, el segundo se pone al servicio de un cliente que quiere poner una vivienda a su gusto, normalmente para uso propio.
En la decoración de interiores, el decorador capta la esencia de la personalidad del cliente y la plasma en la vivienda a través de muebles y otros accesorios de decoración.
Con el Home Staging, en cambio, la decoración debe ser lo más impersonal posible. Se trata de acondicionar un espacio para que sea visualmente atractivo. En vez de presentar una casa vacía, con esta técnica se le ofrece a los compradores una idea de cómo aprovechar el espacio y cuál podría ser una distribución cómoda y adaptada a cada zona, con el fin de que los clientes vean su día a día proyectado en esos espacios.
Por qué invertir en Home Staging
El papel del Home Stager es convertir la casa en un lugar neutro, que carezca de personalidad, con tal de adaptarse a todos los públicos. La idea es que cualquier persona que tenga intención de comprar o alquilar el inmueble sea capaz de verse viviendo allí. Cuando una casa tiene una decoración adaptada a un estilo concreto, es difícil imaginarse viviendo en ella. Por eso, la técnica del Home Staging se aleja de los colores vivos y las decoraciones recargadas que dotan de carácter y personalidad a la vivienda y apuesta por colores y muebles mucho más neutros, con la intención de gustar al máximo número de posibles compradores.
Como propietario, a veces es difícil dotar a tu propia casa de esa despersonalización, pues es una ardua tarea ser objetivo cuando se trata de algo tan personal como tu casa. Por ello, contratar un profesional con experiencia puede ser la mejor opción.
El trabajo del Home Stager no se centra sólo en casas o pisos en venta o alquiler, también trabaja con apartamentos turísticos, oficinas, despachos o locales comerciales tanto de particulares como de agencias inmobiliarias. Gracias a su trabajo resultará mucho más sencillo diferenciarse de la competencia y conseguir un precio mucho más competitivo.
