Estás haciendo reformas y toca cambiar las puertas interiores de casa. En el momento de escoger qué tipo de puertas poner, no sólo es importante fijarse en la estética y la decoración, sino también en la distribución, la delimitación del espacio, y el aislamiento térmico y acústico que puedan aportarnos dichas puertas.
Es una elección que no debe tomarse a la ligera, ya que dependiendo del modelo de puertas interiores y materiales, darás más calidez e intimidad a tu hogar, entre otros muchos aspectos a considerar.
A continuación, vamos a ver qué debes tener en cuenta a la hora de elegir los tipos de puertas de interior, y cuál es el material más indicado en cada caso.
Tipos de puertas interiores
Encontramos distintos modelos de puertas interiores de casa, aunque los más comunes son las puertas correderas, las puertas abatibles y las puertas plegables.
Cada tipo de puerta tiene su propio sistema de apertura, el cual nos ayuda a delimitar ambientes, a la vez que ganar metros y sensación de amplitud en caso de disponer de poco espacio como podemos ver a continuación.
Puertas correderas
Las puertas correderas de interior son un tipo de puertas muy utilizadas en baños y para dividir estancias en las habitaciones. Nos permiten ahorrar espacio, tan sólo ocupan un 1 m², y pueden ser sobrepuestas o empotradas.
Puertas abatibles
Las puertas abatibles son el tipo de puertas de interior con el sistema de apertura más común: Se abren hacia el interior o exterior de la habitación y suelen tener una hoja o dos. Además, pueden ser ciegas o llevar un cristal. Las podemos encontrar en habitaciones y salones, donde se dispone de más espacio.
Puertas plegables
Las puertas plegables o de acordeón son un tipo de puertas de interior utilizadas cuando se dispone de muy poco espacio. Como su nombre indica, se abren en forma de acordeón, es decir, por los laterales, y acostumbran a ser de plástico. Son una buena opción para cocinas y baños con poco espacio.
Según el material
Además del sistema de apertura, encontramos puertas de interior de materiales tan variados como madera, lacado, hierro y aluminio:
Puertas interiores rústicas
Las puertas rústicas están fabricadas de madera natural, hecho que las convierte en el mejor tipo de puerta debido a su resistencia y aspecto rústico (las puedes lijar o barnizar para dar un toque más personal). Aportan luz y calidez al hogar. Son ideales para el salón y las habitaciones.
Puertas de interior lacadas
Este tipo de puertas interiores son muy elegantes, ya que se les aplica una o varias capas de laca para darles un acabado más sofisticado. Las puertas lacadas son resistentes y tienen una mayor durabilidad, aunque son más sensibles a la exposición solar y a los golpes.
Una ventaja importante respecto a otro tipo de puertas es que son impermeables, hecho que las convierte en perfectas para baños.
Puertas de hierro para interiores
Se trata de un tipo de puerta hecha con materiales más nobles y compactos. Las puertas de hierro darán un aire distinguido e industrial a tu hogar. El hierro forjado es un material elegante que sí está bien trabajado da muy buenos resultados. Son ideales para delimitar y dividir espacios, especialmente entre la cocina y el salón.
Puertas de aluminio para interiores
Las puertas de aluminio son resistentes a la humedad, a los microorganismos, y al fuego. Dependiendo de las prestaciones del modelo, suelen ser silenciosas, ya que cuentan con reducción acústica. Pueden llevar un cristal incorporado. Están indicadas para baños, y especialmente cocinas.